miércoles, 18 de septiembre de 2013

Malas prácticas bancarias


EN EL 2008 el Sr. Bush, a la sazón presidente de los Estados Unidos, con los reflejos que la situación exigía, asignó un capítulo de los Presupuestos Federales a ayudas a las familias hipotecadas. ¿Qué hizo Obama, al año siguiente? Reforzó dichas partidas.

Asignó 275.000 millones para que las familias hicieran frente a su cuota hipotecaria mensual. La medida ha sido de capital importancia para 25.000.000 de personas, las que se han acogido de una u otra manera a sus beneficios, impidiendo un drama civil de grandes proporciones.

¿Qué cantidad hubiera sido necesaria en España? Yo les digo que 10.000 millones de euros. Con dicha cantidad se hubieran evitado los desahucios ya ejecutados y los que son probables de ahora en adelante.



Los españoles tuvimos que esperar hasta 2011 para disponer de instrumentos legales de apoyo a las familias hipotecadas. ¿Son suficientes? No lo son, pero son imprescindibles y producen alivio a las familias que a ellas se acogen. Y son medidas, lo dejo escrito, cuyo monto económico es ridículo en comparación con los 60.000 millones de euros que ya ha recibido la banca (a pérdidas en casi todos los casos). ¿Cabría esperar otra actitud de los bancos?

1. Las malas prácticas

La práctica de los bancos se caracteriza por preferir un crédito hipotecario fallido (al 100%) antes que asumir pérdidas. Una cosa es perder el 100% y otra bien distinta asumir pérdidas del 10, 25, 40 o 60%. La diferencia es muy notable. ¿Y por qué lo hacen? Por la sencilla razón de que esperan, con demostrado desahogo, que la totalidad de las pérdidas serán reembolsadas antes o después por el Estado, esto es, por los españoles. ¿Lo hacen porque tienen una interpretación muy lasa de cómo se lleva un negocio o porque, quizá, se dan por muertos? Me malicio que en un 60%, por lo primero y en un 40%, por lo segundo.


¿Qué es peor? Se han demostrado que son pésimos gestores del ahorro popular. Es la lección, negro sobre blanco, que nos ha dejado la presente crisis. Sin duda, sus prácticas son poco honorables y por eso el primer instrumento legal para proteger a los hipotecados tiene el curioso título de "CÓDIGO DE BUENAS PRÁCTICAS BANCARIAS". ¿Por qué será? Conviene tener presente, que los bancos, el sistema financiero español, bancos y cajas, organizaron el sobreprecio y la sobreoferta de bienes inmuebles y que son los máximos responsables del catacrash económico y familiar. Destruyen familias y hogares sin temblor alguno.


Se lo cuento desde mi blog personal y se lo cuenta 

VICTORIA GURPEGUI




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