EL SISTEMA financiero ha pasado de documentar préstamos con
garantía hipotecaria (refinanciaciones de cuota) con un impacto devastador
sobre el hipotecado, aumentándole su deuda, a lo largo de los últimos tres
años, a un nuevo producto, las novaciones con cambios registrales (nuevas
condiciones que incluyen periodos de carencia, mejores intereses y supresión de
cláusulas abusivas). Sin duda el cambio de tendencia hay que atribuirla a las
modificaciones legales ocurridas en 2012 y 2013.
El Código de Buenas Prácticas Bancarias, creado en 2012,
está empezando a surtir efecto. Los Datos Provisionales del INe (Instituto
Nacional de Estadística), para Septiembre de 2013, revelan que el número de
fincas hipotecadas para viviendas es de a 14.856 para toda España y 666 para
Castilla y León y que las novaciones, con cambios registrales, para el mismo
periodo (Septiembre de 2013), ascienden a 15.966.
Estamos entrando, de hecho, en la etapa de defensa de los
derechos de los hipotecados, que pasa, inevitablemente, por deshacer los
excesos y abusos. Los hipotecados no pueden pagar tropecientas veces la
hipoteca. El otro dato, aún más llamativo, es el valor medio de las hipotecas
concedidas para viviendas: 97.296 €. ¡La mitad y menos, exactamente, que tienen
las hipotecas constituidas hasta la fecha y que los españoles están pagando, de
manera silente, sin pestañear!
En la práctica, asistimos a una depreciación del bien que se paga, escalofriante o, lo que es lo mismo, a un empobrecimiento patrimonial muy severo. Pagamos mucho, muchísimo, el doble y más por algo que vale la mitad.
En la práctica, asistimos a una depreciación del bien que se paga, escalofriante o, lo que es lo mismo, a un empobrecimiento patrimonial muy severo. Pagamos mucho, muchísimo, el doble y más por algo que vale la mitad.
Te lo cuento desde mi blog personal y te lo cuenta Victoria Gurpegui.